Comienza tomando la panza de res y verificando que ya está completamente limpia. Colócala entonces en una olla con la rama de hierba buena, la rama de cebolla, el agua y una pizca de sal. Pon a hervir por unos 45 minutos o hasta que te asegures que la panza está suave y bien cocida.
Retira entonces la panza y córtala en trocitos de unos 2 cm aproximadamente. El caldo resultante resérvalo.
Toma entonces un sartén y agrega el aceite, pon al fuego y comienza a añadir el ajo pelado y cortado, la cebolla cortadita, el tomate y el pimiento cortado en trocitos y por último el achiote. Mantente removiendo para sofreír bien todos estos ingredientes.
En una licuadora, agrega la pasta de maní y la leche y licúa para que se integren bien. Luego vierte este contenido en el sofrito y agrega también dos tazas de caldo en el que ablandaste la panza.
Deja cocer a temperatura baja por unos 7 minutos o hasta que te asegures que has logrado una salsa de consistencia semi- espesa.
Mientras esperas este tiempo, pela las papas y ponlas a cocer en otro recipiente. Una vez listas, córtalas en cubos y agrégalas al sofrito.
Agrega también los trocitos de panza que habías reservado. Si consideras que la elaboración está un poco seca, agrega una taza más del caldo y deja cocer a fuego bajo por unos 30 minutos.
Pasado el tiempo, añade el culantro, el comino, el orégano y rectifica el punto de sal. Deja cocer unos 5-10 minutos para que todos los sabores se integren y ¡Listo!